PRESENTACIÓN
El enclave arqueológico de Los Hitos se encuentra situado a los pies de los Montes de Toledo, a una jornada a caballo de la Sede Regia Toletana, junto a la vía que comunica Toletum con Corduba a través del puerto de Marjaliza, dos de las más importantes ciudades de la Península a finales del siglo VII. Este hecho convertiría a este lugar en un emplazamiento perfecto para un complejo residencial de tipo aristocrático.
El conjunto arquitectónico ocupa una pequeña meseta de unas dos hectáreas entre dos arroyos. Está rodeado de una muralla y cuenta con numerosas dependencias. Hasta la fecha se han excavado dos grandes edificios: un pabellón palatino y una iglesia privada.
El propio nombre del enclave: Los Hitos*, obedece a los continuos hallazgos de restos de escultura y sillares que los labriegos de la localidad extraían con sus arados desde el siglo XVI, lo que atrajo a eruditos como a Luis J. Balmaseda Muncharaz a realizar una serie de campañas de excavación entre los años 1.975 y 1.982. Sus trabajos dejaron al descubierto tres fases de ocupación. Dos de ellas consecutivas en época visigoda y la última, la ocupación andalusí, que se reanuda después de un momento de abandono del conjunto. El enclave funcionó como:
PALACIO, a finales siglo VI d.C. La fase más antigua es un edificio aislado de dos pisos y abovedado, con dos pórticos de entrada, uno al norte y otro al este. Se fecha a finales de la sexta centuria. Se trata de un tipo nuevo de edificio con el espacio de representación situado en alto. Este tipo de construcciones llegan hasta la Alta Edad Media, como Santa María en el Monte Naranco de Oviedo.
VILLA VISIGODA, durante los siglos VII al VIII d.C. El espacio del palacio es transformando en un conjunto aristocrático en la séptima centuria. Construyéndose una cerca, así como una iglesia de una sola nave y cabecera recta –también abovedada–. El piso inferior del palacio se convierte en una cripta funeraria con un enterramiento privilegiado situado en el espacio central. Los laterales tendrían dos mesas de altar y funcionarían como capillas. En total hay más de medio centenar de tumbas. Nos encontramos con la zona religiosa de una uillula –villa– de época visigoda vinculada a la corte de la Sedes Regia.
ALQUERíA, durante los siglos IX AL XI d.C. La última fase de ocupación es de época andalusí, en torno al siglo IX. Se producen grandes cambios en el espacio, que se compartimenta y se orienta hacia el oeste. Para ello se cierran los antiguos espacios visigodos. El callejón existente entre la iglesia y el palacio se cubre y se convierte en varias viviendas. El piso superior del palacio se utiliza como un espacio habitado y el inferior como lugar de estabulación de animales. La iglesia se transforma en mezquita.